Hoy si que si!!
Hoy toca el que para muchos es el templo del esmorzar! Casa Julián, en la Barona. Dirección: Plaça l’Aldea, 10, 12194 la Barona, Castelló
Hoy nos aseguramos de que esté abierto. Y sin cenar el día de antes, nos preparamos para probar el máximo posible. Llegamos sobre las 9:30, era entre semana, el local estaba prácticamente vacío. Nos recibieron muy amablemente y nos tomaron nota enseguida.
Pedimos como siempre vino gaseosa, el cual es a granel, servido en jarra de barro y con gaseosa de cristal. Calidad alta.


Pedimos una hogaza a la brasa con tomate y pimentón, una ensalada de cebolla, tomate y aceitunas, unos callos y un tombet de cordero. Pero no podíamos irnos de allí sin probar la famosa “torrà”, así que la pedimos también.
Tenemos que decir que hoy llevábamos un amigo de refuerzo, pero aún así, nos salió la comida por las orejas. (todo sea por el trabajo, hay que ser profesionales).
La hogaza de pan es una “obligación” si visitas esta casa. Jugosa, crujiente y con ese toque de brasa. La acompañan con un ajo-aceite de calidad. La ensalada de tomate, cebolla y aceitunas es como para ponerle un piso y llenarlo de pan para mojar. Gran calidad de las hortalizas, pero aún mayor es la del aceite de oliva, que la adereza.
Los callos de cordero, guisados al estilo tradicional del maestrazgo, con jamón y majado de almendras y ajos, un auténtico lujazo. Para nada se queda atrás el tombet de cordero, guisado con una salsa similar a la de los callos.

Por si teníamos poca comida nos pedimos otra hogaza con tomate (nunca hay suficiente).
Cierto es que la “torrà”, está buena, la carne y el embutido son de calidad y están bien asados en las brasas, pero no creemos que sea lo mejor de esta casa. En cuanto a las cantidades son bastante generosas. Nosotros éramos tres y de buen comer y salimos muy llenos y con un Tupper debajo del brazo.

Llegados al punto culminante y con cierto miedo a que el nivel del almuerzo bajara (estaba siendo muy alto), llegamos al momento de los carajillos.
Pues lejos de que el nivel bajara, este se disparo ostensiblemente. Sólo vamos a decir que no es que solo cayera el segundo carajillo, sino que llegó a caer el cuarto. (llevábamos chófer).
Carajillos quemados al momento, dulces pero no empalagosos, con presencia del alcohol en cuestión, densos pero no pesados y con un hilito de café, que le da el toque de sabor sin aguarlo.
Creemos seriamente que no encontraremos uno mejor. (ojalá si).

En definitiva, tiene calidad de sobra para ser, como ya és, un referente para los almuerzos.
Pero nos gustaría resaltar, que creemos que es mejor pedir guisos tradicionales en lugar de la torrà, pero para gustos colores.
¡Nos vemos en el siguiente destino!
CLASIFICACIÓN | PUNTUACIÓN |
Comida | 9 |
Bebida | 7,5 |
Local | 9 |
Servicio | 8,5 |
Carajillo | 9 |
Precio | 9 |