Hoy volvemos a València, posiblemente os traemos una de las decepciones más grandes en este último año. Hoy os diremos dónde almorzar en Valencia, o no.
Vamos a contaros qué tal nos fue en el Bar Mistela.
Nada más llegar lo primero que nos gustó fue el local, muy cuidado y con un aire bastante moderno. También disponen de terraza, tanto enfrente del local, como en el parque de enfrente.
Con lo que habíamos visto en los perfiles de algunos foodies del almuerzo, más la primera impresión del local, empezamos a pensar que igual este podría ser un candidato a nuestro premio de mejor almuerzo.
Con la lectura de la carta, las expectativas fueron subiendo, pero con la llegada de las tapas y la bebida, fuimos viendo que igual nos estábamos equivocando.
Tenemos que decir que el vino con gaseosa es de los mejores, sino el mejor, que hemos probado en mucho tiempo. Pero tanto la cantidad que es muy escasa para un almuerzo, como el precio de cada copa extra (2.75€), hacen que en conjunto no nos parezca una buena opción para un almuerzo al uso.
Junto a la bebida nos trajeron unos muy buenos encurtidos variados y unos cacahuetes fritos muy adictivos.
De tapas pedimos unas bravas, una de sepia con mahonesa, un pincho de tortilla y unas croquetas de bogavante.
Las bravas eran una mezcla del estilo madrileño con el levantino. Patatas fritas y luego rehogadas con la salsa brava y encima allioli. La salsa brava no picaba en absoluto y el sabor predominante era el del tomate frito. El allioli, aunque hecho casero, le faltaba también bastante intención de ajo. Y en cuanto a las patatas en sí, diremos que no estaban en su mejor momento.
La sepia con mahonesa estaba buena, pero le faltaba un pelin de sal, pero eso ya va a gustos.
Con la tortilla de patata nos pasa un poco lo mismo, buen punto de cuajado de la tortilla, pero nos resultó un poco sosa.
Las croquetas nos gustaron, buena textura tanto del rebozado como de la farsa. De sabor también están acertadas.
En cuanto a los bocadillos disponen de tres tamaños, nosotros pedimos el “masclet” que es el más grande y el bocadillo normal que es el intermedio.
Pedimos un pegasus, que lleva carne de caballo, salsa Mery de sésamo y queso. Y el especial de la semana, que era el cubanito. Este llevaba jamón a baja temperatura, mostaza, pepinillos en vinagre y queso.
En los dos bocadillos nos pasó lo mismo, muy buen pan pero muy flojo el relleno. Los dos bocadillos estaban sequísimos. Tanto la carne de caballo como el jamón pedían mucho vino con gaseosa, pero el problema es que no teníamos. Pedimos hasta 6 veces que nos trajeran una gaseosa, pero al final nos tocó ir a la barra a pedirla porque no podíamos más. La verdad que el servicio estuvo bastante disperso todo el almuerzo.
El cubanito pasaba algo mejor porque la mostaza y los pepinillos ayudaban algo, pero aún así se hacía pesado. Toda una lástima porque el pan estaba muy bueno.
En los “cremaets” también nos llevamos un pequeño chasco. Pedimos si podía ser de brandy y nos dijeron que si nos esperábamos sí, porque los queman al momento y dijimos que sin problemas.
Después de esperarnos un poco, nos trajeron un café tocado de brandy. Ahora entendemos porque nos ofrecieron azúcar o sacarina.
Después de esta decepción, les dijimos que nos trajeran el que ellos hacen de normal. Y nos trajeron un carajillo con sus capas. Y aunque estaba algo dulzón y le faltaba algo de punch alcohólico, es de los mejores que hemos probado en Valencia. El toque que le da la mistela lo hace diferente.
Resumen:
- Local bonito y con terraza.
- Buen vino con gaseosa pero muy escaso/caro.
- Servicio muy perdido y sensación de desatención.
- Bocadillos con carne resultan muy secos.
- Buenas croquetas.
- Si queréis cremaet pedid el de la casa.
¡Nos vemos en el siguiente destino!
CLASIFICACIÓN | PUNTUACIÓN |
Comida | 7,12 |
Bebida | 9,25 |
Local | 9 |
Servicio | 4,75 |
Carajillo | 5,75 |
Calidad / Precio | 6,25 |