Como la última visita a Betxí no nos dejó un buen sabor de boca, decidimos volver a intentarlo. Y en esta ocasión visitamos el restaurante O’Gallego. Se trata de un bar restaurante que tiene mucha fama en el pueblo por sus productos gallegos de calidad y por el buen trato a los mismos.
Pedimos como casi siempre el vino con gaseosa. Buen vino y gaseosa la revoltosa de cristal.
Junto a la bebida nos sacaron unos buenos cacahuetes y una ensalada de tomate, cebolla y aceitunas de las que se disfruta. En estos detalles se nota la calidad.
No disponen de vitrinas con elaboraciones, así que pedimos a la carta.
Pedimos unos chipirones a la plancha y una sepia con salsa Mery. Las dos tapas estaban MUY buenas. Producto de gran calidad y punto de cocción acertadísimo, por no hablar de los aliños. Son dos elaboraciones que no nos cansaríamos de comer.
Luego pedimos un bocadillo de ternera gallega, anchoas y queso con tomate; y otro de paté, beicon y queso.
El pan es para comérselo solo. Está buenísimo, crujiente a más no poder y con la miga muy esponjosa. Además, lo pasan por plancha antes de salir.
La ternera se deshacía y la combinación con el resto de ingredientes era perfecta.
La calidad del queso era muy alta (dentro del mundo de quesos para bocadillo) y el paté y el beicon estaban muy crujientes y sabrosos.
Vamos, dos bocadillos ADICTIVOS.
Pero todo no iba a ser de color de rosa, todo lo bueno de la comida y la bebida, se vio manchado por el servicio y el carajillo. Si que es verdad que llegamos muy temprano (sobre las 9:15) pero estando solos, tardaron más de 15 min en salir a tomarnos nota. Y eso que avisamos en un par de ocasiones. Además, la chica que nos atendió lo hizo con bastante mala gana. Una lástima porque eso te hace estar incómodo. Luego durante el servicio el ritmo fue bastante lento. Cuando nos levantamos a pedir el segundo carajillo, porque no salían a la terraza, nos limpiaron la mesa y se la dieron a otros clientes. Por lo tanto, nos tocó tomarnos el carajillo en la barra. Un desastre, la verdad.
Los carajillos por su parte resultaron algo flojos, no se notaba apenas el destilado en cuestión y resultaban algo dulzones. Si que es verdad que el café nos gustó. El de Brandy resultó ligeramente mejor. Tal vez porque lo quemaron al momento.
Por último, otro aspecto que hace que la experiencia no sea tan satisfactoria, es el precio.
Está claro que la calidad hay que pagarla y eso nos parece correcto, pero 40€ por dos tapas, dos bocadillos, dos carajillos y vino con gaseosa, nos parece elevado y mas si tenemos en cuenta la calidad del servicio.
Aún con todo esto, es el mejor lugar para almorzar en Betxí. O por lo menos que hayamos visitado hasta la fecha.
Resumen
- Local amplio y con terraza en la acera.
- Servicio lento y desagradable.
- La comida es ESPECTACULAR.
- Carajillo mejor el de brandy, pero flojitos.
- Precio elevado.
| CLASIFICACIÓN | PUNTUACIÓN |
| Comida | 9 |
| Bebida | 8,5 |
| Local | 8,25 |
| Servicio | 3,25 |
| Carajillo | 6 |
| Calidad / Precio | 6,75 |