Mesón Navarra 107 (Castelló)

Hoy nos toca contaros que tal nos fue en el “Mesón Navarra 107”, en Castelló.

Para empezar, comentaros que se trata de un local céntrico de Castelló, por lo tanto, tendréis ciertas dificultades para aparcar. El local no es que esté descuidado ni mucho menos, pero no le vendría mal una lavada de cara.

En esta ocasión fuimos acompañados por unos amigos, lo cual suele ser señal inequívoca de que vamos a pedir muchas cosas, pero nada más lejos de la realidad. Solo pedimos dos tapas al centro y un bocadillo por cabeza. Y no fue porque no lo intentamos, porque los que nos conocéis un poco sabéis que eso es lo que pediríamos un día los dos manos a mano, o incluso más.

Pero la camarera insistió en que no pidiéramos más, que los bocadillos eran muy grandes. Cierto es que se agradece que se preocupen por que no pidas de más, ya que ves que priman tu interés al suyo. Pero si los clientes insisten en repetidas ocasiones, como fue nuestro caso, igual estaría bien habernos dejado pedir algo más. Al final está ahí para vender y si el cliente lo pide… pero bueno, os contamos lo que pedimos.

Al centro pedimos magro con tomate y bacalao frito con pimientos. El magro estaba bueno, bien guisado, tierno y con el tomate controlado de acidez.

Por su parte el bacalao, estaba jugoso y para nada aceitoso, al igual que los pimientos. Para nuestro gusto, nos hubiera gustado que ambos elementos convivieran un poco más. Es decir, que se mezclaran un poco más los sabores y no fueran dos elementos tan independientes.

En cuanto a los bocadillos, comentar que tienen mucha variedad, pero no disponen de una especialidad fija. Ya que al preguntarle a la camarera no supo respondernos. Solo nos dijo que vendía muchas longanizas y mucha panceta. En este punto vemos necesario comentaros que disponen de brasa y que los bocatas los pasan por ella antes de sacarlos, un punto muy a su favor.

Por tanto, pedimos uno de longanizas con pimiento, huevo y tomate. Y otro de panceta con anchoas, queso y tomate.

El tamaño de los bocadillos, si que es cierto, que son grandes. Pero tampoco nada exagerado, si eres de buen comer te lo acabas sin problemas y si no lo eres puede que te cueste, pero lo terminas, será unos dos o tres dedos más grandes que la media.

El pan con el toque de brasa nos gustó, y los rellenos estaban bien sin nada a destacar. No ofrecen nada especial, ni son los mejores ni los peores, cumplen.

El huevo nos hubiera gustado algo menos cuajado, pero por su parte el queso fundido nos gustó.

El vino a granel cumple con gaseosa, pero una gaseosa un pelín mejor no le haría daño. Junto a este nos sacaron aceitunas partidas, muy buenas y para nada fuertes.

Por lo que a los carajillos respecta, comentar que esta vez nos gustó más el de ron. Los dos están buenos y podéis pedirlos sin problemas, pero para nuestro gusto tienen un ligero exceso de dulzor y les faltaría un pelín de “punch” alcohólico. 

En definitiva, no es nuestro lugar favorito donde almorzar en Castellón, pero si estás por la zona puede ser una opción. No va a ser un almuerzo para recordar, pero estamos seguros de que mal no almorzareis. 

Resumen:

  • Dificultad de parking.🅿️👎
  • Tiene brasa.🔥👌
  • Buena relación calidad precio.🤑👌
  • Carajillos buenos.☕🔥👌👌
  • Magro con tomate bien.🥩🍅👌
CLASIFICACIÓNPUNTUACIÓN
Comida6.75
Bebida7.5
Local6.25
Servicio6
Carajillo6.7
Calidad / Precio7.75

Nota: 6.9

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