Como no podía ser de otra manera este año también teníamos que visitar a nuestro primer campeón. Así que vamos a contaros qué tal nos fué en “Casa Julián “, La Barona.
Del local y del servicio no hace falta que os contemos nada, porque siguen como siempre, buen local y excelente servicio.
En la bebida encontramos la primera diferencia respecto a anteriores visitas. Siendo el mismo vino o uno muy similar, el que no lo sirvan en la jarra de barro de siempre, le resta algo de “romanticismo”.
Junto a la bebida como es costumbre nos sacaron la buenísima ensalada de la casa. ¡No falla!
Para comer pedimos MUCHO.
Pedimos carrilleras, rabo de toro, bacalao frito con hortalizas, albóndigas, tombet de cordero, “torrá” variada, chipirones a la plancha, manitas en salsa y como no las hogazas a la brasa con tomate y ajoaceite.
Si algo queda claro en esta casa es que se cocina muy bien. Pero en esta visita hemos encontrado algunos fallos que no son habituales. A las albóndigas les faltaba un poco de potencia, el rabo y las carrilleras tenían la misma salsa o por lo menos muy similar y además esta era en exceso dulzona. Para terminar con las carrilleras, decir que algunas de ellas estaban bastante secas.
El resto, como de costumbre, estaba muy bueno. Mención especial merece el bacalao, si vais pedid lo.
En cuanto a los carajillos decir que tampoco fué un buen día. Estaban muy buenos pero tenían un exceso de dulzor bastante marcado. Pero vamos, siguen siendo de los mejores.
En definitiva, sigue siendo un gran sitio que creemos que tuvo un mal día.
RESUMEN:
- Servicio amable y profesional.
- Bacalao Muy TOP🔝.
- Carrillera y rabo demasiado dulces.
- Pan a la brasa SI o SI.
- Carajillos algo dulzones.
- Buenísima relación calidad precio.
¡Nos vemos en el siguiente destino!
| CLASIFICACIÓN | PUNTUACIÓN |
| Comida | 8,6 |
| Bebida | 8,75 |
| Local | 9 |
| Servicio | 8,5 |
| Carajillo | 8,25 |
| Calidad / Precio | 9,7 |
Hemos estado en casa Julián a comer sin saber lo que era y coincido totalmente con todas las alabanzas que le heces, pero sin tener un mal día, ni en los carajillos ni en nada más. La cantidad es como para no acabartelo, por poner un pero, la paella valenciana no la tenían que llamar así, por el pimiento, la panceta y los guisantes.